En el incomparable marco del Monasterio de Piedra, con un río de gran calidad de aguas y una rica biodiversidad como es el Piedra, se instaló la primera piscifactoría de España de manera privada, adquirida a posteriori por el Gobierno de Aragón.
El centro está ubicado en un moderno edificio que dispone de una sala de exposiciones con diferentes paneles explicativos sobre el alto valor ecológico, paisajístico y cultural del río Piedra y sus riberas. Se trata de una fuente de vida como ponen de manifiesto varios paneles, con especies típicas de ribera como el sauce, el chopo, el álamo, el fresno y el olmo, con especies propias de aves como el martín pescador, el mirlo acuático o el pito real, y de especies acuáticas que demuestran la pureza de sus aguas, como el barbo, la tenca, la trucha, la madrilla o el tan escaso cangrejo autóctono.
En estos momentos la piscifactoría solo trata con truchas común, porque una ley no permite tratar con trucha arcoiris, pero sigue habiendo unas balsas con trucha arcoiris para que los visitantes del Monasterio de Piedra puedan disfrutar viendo a los peces.
La tienda del Monasterio vende bolsitas con comida para peces, para que los visitantes puedan lanzarselo a los peces y poder ver como van todos los peces a comer.

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